Breve apunte histórico.
Técnica y tipos.
El esgrafiado es un tipo de revestimiento mural que se
incluye dentro de un grupo conocido como revocos, que tienen en común el empleo
de un conglomerante, un relleno o material que lo arma (arena) y agua. Los
revocos son menos resistentes que otros materiales como el ladrillo o la
piedra, pero tienen una larga duración y son económicos. Estos procedimientos
se han utilizado desde el neolítico por diversas culturas. Los pueblos
Mesopotámicos utilizaban hornos para la cal y se han encontrado diversas muestras
de la utilización de revocos en la cultura Maya, la India o la Egipcia.
En Egipto, el revoco es utilizado mayoritariamente para imprimar el muro y
pintar al fresco, procedimiento que seguirá siendo utilizado desde ese momento
en las sucesivas civilizaciones, como Roma (en especial en la pintura
Pompeyana), Grecia, en Bizancio, en el medievo... y así hasta nuestros días, en
los que son utilizadas las diferentes técnicas, que se han ido mejorando a
través de nuevos materiales como el cemento y diferentes aglomerantes. El
esgrafiado es una de las técnicas más utilizadas, y consiste en la
superposición de capas de revocos de diferente color (generalmente, amarillos,
rojizos, ocres o blancos). En determinadas zonas, se eliminan alguna de dichas
capas, o se raspa, obteniendo una decoración tonal o polícroma resistente a los
agentes atmosféricos. En España son una de las decoraciones murales más
utilizadas, en especial en Segovia desde época medieval, difundiéndose hasta el
siglo XVIII, e el que será utilizado principalmente en Cataluña.
Técnica y tipos de esgrafiado.
Los esgrafiados consisten en una superposición de capas de mortero de cal
teñidas, que tras su aplicación sucesiva y en fresco aún la última capa, se
trasladan por estarcido los dibujos previamente preparados en un cartón. Acto
seguido, y con las herramientas adecuadas, se procede al rascado y eliminación
de las capas exteriores en las zonas previstas, dejando visibles las de abajo,
diferentemente pigmentadas. En el esgrafiado como en todo procedimiento mural,
es muy importante el soporte o muro, que debe ser completamente plano y
realizado en un mismo material, que sea poroso y que facilite la adherencia de
las diferentes capas.
La primera capa, es la denominada enfoscado, que es utilizada para
igualar la superficie del muro. Lasa características que ha de cumplir esta
capa consisten en tener una granulometría de árido fuerte, que proporcione un
acabado rugoso al que el revoco se adhiera fácilmente. El árido del mortero
utilizado para el enfoscado suele ser de arena no muy fina de río o de mina
mezclada con cemento gris en una proporción de 6 unidades de arena por cada una
de cemento. El grosor de la capa depende de lo plano del muro, aunque nunca
debe superar los 2 centímetros, pero cuando la inclinación hace necesario
superar esa medida, se puede utilizar un mortero preparado con cemento y
cascotes o trozos de tejas o ladrillos.
Tras tener listo el muro, se procede a la humectación de este y a la
aplicación del revoco sobre el enfoscado, proporcionando un acabado que
se mantendrá más tiempo húmedo, aumentando el período disponible de trabajo.
Esta operación debe realizarse en condiciones climáticas no extremas, ya que la
rápida evaporación del agua o su congelación provocan el deterioro del trabajo.
Existen diferentes procedimientos en la elaboración de los esgrafiados,
siendo los más utilizados el esgrafiado a un tendido y a dos tendidos. En el esgrafiado a un tendido se
utiliza una sola capa de revoco enlucido, es decir, de acabado liso, que no
superará los 6 mm de grosor. Cuando el revoco está algo endurecido, se procede
al rascado de algunas zonas, obteniendo una diferencia de texturas (liso –
rugoso) y cierto contraste entre tonos, ya que la parte raspada suele presentar
un color más oscuro, haciendo patentes los motivos. En el esgrafiado a dos tendidos tras dejar un reposo de un día en
el primer revoco para evitar que pueda ser dañado en el rayado, se raspa de
forma superficial e igualada para obtener una superficie rugosa a la que se
adhiera el segundo revoco, generalmente de otro color. Cuando la segunda capa
esta endurecida, se traslada el dibujo al muro, y se raspa obteniendo una tonalidad clara
y otra oscura del revoco exterior y otra en el interior, es decir tres tonos
diferentes. En ambos procedimientos el raspado o corte del motivo debe
realizarse en bisel, lo que proporciona una mayor base adherente, facilita su
limpieza y le protege de los agentes externos como la lluvia evitando su
acumulación. Parecido al esgrafiado a dos tendidos, está el esgrafiado acabado
en cal, en el que la segunda capa de revoco es sustituida por varias lechadas
de cal aplicadas con brocha o rodillo, en las que se seguirán diferentes
direcciones para cada mano. Antes de que la cal esté completamente seca (ya que
si no la cal saltara en escamas dificultando el trabajo), se procederá al
rascado de esta obteniendo una superficie blanca con motivos en otro color. El
resultado es un procedimiento en el que es posible modelar las figuras y formas
igual que en el grabado (debido a la falta de árido), pero cuya resistencia y
durabilidad es bastante menor a los otros tipos de esgrafiados.
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